Hoy el día está más gris que nunca, la flor que en vano regaba no está más hace tiempo, recién caigo de que no quería crecer, y como mal perdedor, o mal jugador, me deje vencer, mas el mundo cruel es en esta situación, porque nada de lo que pudiera hacer cambiaria algo, estoy como la rosa del principito creyéndose única en el mundo, sin ver mas allá de sus ojos, y no dándose cuenta de muchas cosas, pero era lo que buscaba en el fondo, lo que pedía a gritos mi corazón, terminar el lento y largo sufrimiento padecido todos estos años, por un lado me siento aliviado, por el otro quiero gritar a los cuatro vientos todo el dolor que llevo dentro, dejar que salga toda la amargura que me está perforando el casco y haciéndome hundir, poder realizar el cambio que tanto necesito, pero todo a su debido tiempo, ya lo mas cruel paso, ahora queda el soportar las decisiones tomadas a la ligera con años de meditación.
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